“Nosotros crecimos en los bailes escuchando cumbias, vallenatos.”
Si de algo seguro que no nos vamos a olvidar en nuestra experiencia por tierras colombianas, es de Barranquilla. ¿Cómo explicar con palabras el ambiente mágico que vivimos allí? ¿Cómo transmitir para que nos entiendan, lo que Barranquilla significó para nosotros desde el primer momento que la comenzamos a recorrer?
En primer lugar, cuando uno menciona Barranquilla a nivel turístico, las referencias que circulan parecen no ser alentadoras, ciertos comentarios la vinculan a un ambiente denso, peligroso, provocativo, que al llegar a oídos de quien no conoce la ciudad puede despertarle deseos de no visitarla. Incluso suelen indicar que carece de playas atractivas.
Sin embargo la realidad siempre es distinta a las fantasías que genera un parte de la sociedad con comentarios poco agraciados, porque lo cierto es que pese a ser una gran ciudad con todo lo que ello implica logró conmovernos desde el primer momento en que comenzamos a transitar por ella. Y es que desde que esperamos en la parada del bus a la llegada del amigo Walter “Indigo” Hernández de Systema Solar, hasta el momento en que nos fuimos, la ciudad no paró de mostrarnos la otra cara de Colombia.
Una cara de Colombia bien bolivariana, por así decirlo. Una cara de Colombia en la que se conjugan el sentimiento americano de ver un solo continente unido, con el rescate del legado cultural africano, y las raíces propias del folclore autóctono colombiano como en pocas partes podía apreciarse.
El mismo hecho de circular por las calles de Barranquilla nos conducía simplemente a observar como desde cualquier bar, Shopping, o restaraurant asomaban los famosos sombreros voltiaos, y el sonido inconfundible del acordeón que acompasaba un mes de enero increíble. No era para menos, el carnaval se acercaba y la gente ya lo esperaba ansiosa.
Pero nuestro fin en esas tierras era sobre todo conocer más sobre el fenómeno Systema Solar. Para ello previo a esto habíamos llegado sin éxito hasta el cercano pueblo de Taganga, en las afueras de Santa Marta, donde reside Juan Carlos Pellegrino. Sin embargo la suerte nos fue esquiva ya que el músico se encontraba de vacaciones, motivo por el cual tuvimos que movilizarnos para comenzar a cumplir con nuestro objetivo.
En la ciudad del carnaval pudimos coronar nuestra entrevista, y de una manera muy particular enterarnos de la cosmovisión del Systema Solar que nos dejó anonadados.
Como llegamos tarde a la entrevista, Indigo nos ofreció realizar la misma mientras pasaba música en la boda de uno de sus grande amigos, Nicolás Cabrera, el cual se casaba esa misma tarde. Para ello arribamos a uno de los barrios de Barranquilla, en el cual no solamente rescatamos un amplificador de sonido, sino que ademas conocimos a una de las personas que lleva adelante la puesta en escena del Systema y que en un ambiente muy familiar nos permitió observar sus cuadros, y nos explicó como se gana el pan día a día a través de la puesta en escena de un teatro para títeres, que entre sus obras recrea la vida del libertador Simón Bolivar.
Luego de esto acompañamos a Walter a instalar el sonido, y previó al casamiento de Nicolás pudimos conversar profundamente,
Ustedes junto con Bomba Stereo con Profetas, son parte de un movimiento que reinterpreta y regenera el folclore colombiano. ¿Desde que momentos empiezan a darse esta vía de conexión entre por ahí generos más modernos, como el hip-hop, el break-dance?
Indigo:_ Yo digo que es parte de un proceso que aquí en la costa del Caribe es parte de la vida nuestra. Casi todos los miembros del grupo, somos de la costa caribe y los que no lo han sido, han estado en la exploración de la música del caribe colombiano, dialogando con el mundo. Esto viene desde que cada uno se apropió como de alguna música luego de que ya tenía la suya. Nosotros crecimos en los bailes escuchando cumbias, vallenatos. Celebrando en las ocasiones que aquí son muy importantes, como los carnavales, o en Cartagena en las fiestas de noviembre. Hay un producción de estas música que para nosotros es muy natural. Pero ya cuando estamos hablando de las apropiaciones que hicieron que nosotros fueramos construyendo estas músicas. Ayudo en nuestro caso el encuentro de tres experiencias. Para nosotros y algunos compañeros de grupo, el hip-hop nos hizó explorar con los sonidos sampleados. Con los sonidos recogidos a través de nuestra música colombiana. Juan Carlos Pellegrino por ejemplo nuestro productor que ya venía de estudiar guitarra y música e ingeniería en sonido. El haber estado viviendo en Francia, y luego volver, nos encontramos a través de la realización de un documental que se llama frecuencia colombiana. El después de haber explorado con las músicas digamos con la onda del tecnho, con la múisca electrónica. Empieza a buscar en donde está lo colombiano, por ejemplo en el hip-hop. Porque el hip-hop tiene una estructura que te unifica hoy, a partir de que tu eres fuerte en lo local. Nosotros no queremos parecernos en a lo newyorkino, entonces tuvimos que poner nuestros oídos en nuestras raíces.
Lo mismo hizó Danyboom que es un pionero en la electrónica colombiana. Las cumbias las explora a través de la apropiación con el vinilo. Para nosotros es un trabajo de una arqueología sonora, pero no academicista, sino natural, eso fue lo que conecto, digamos las apropiaciones de nuestras músicas. Viene de ahí. Yo pienso que algo parecido, le pasó a los compañeros de otros grupo. Yo pienso por ahí la llegada de Richard Blair que trabajo también en los estudios de Peter Gabriel con la producción de Real World. El comenzó a aportar su producción a las músicas colombianas, y luego sacó un proyecto que se llama Sidestepper, y empezamos a escuchar que era mucha cadencia cumbiabera, cumbia dialogando con el reggae, con el dub, con otro género. Y lo mismo empezó haciendo Simón, con su proyecto anterior a Bomba. Creo que nos conectó el hecho de reconocer que nosotros tenemos muchas músicas de donde explorar y con las cuales expresarnos. Es un proceso con el que venimos como parte de una dinámica natural de escucharlo de tenerlo en la ciudad y que hay una larga tradición que no ha muerto. Y que no hay nada que rescatar que está ahí.
Que vive en ustedes.
Indigo:- Que vivimos!.
La conversación tan elocuente muestra como es el proceso de resignificación de la nueva escena cumbiera que comienza a expandirse. Es interesante mencionar que la proyección del Systema Solar, está cargada de una fuerte movida cultural y pedagogica con la que se intenta rescatar no sólo valores culturales ligados a la cumbia y al hip-hop, sino vinculadas con un proyecto pedagógico que pretende ser una alternativa para el esparcimiento y la creación de significado en los barrios más humildes de Colombia a través del proyecto Intermundos.
Al entrar en www.intermundos.org uno puede leera la interesante definición que ellos mismos tienen de su proyecto:
“Intermundos inició como un colectivo en el 2000 en Bogotá Colombia y se organizó como una fundación sin animo de lucro en el 2006; nos intereza crear canales de comunicación entre grupos y movimientos culturales locales (colombianos) con la juventud del mundo por medio de documentales, centros de información, programas de radio, eventos, arte, artículos, intercambios y el Internet.
Nuestro objetivo es contribuir a la construcción de una sociedad mundial abierta y sostenible por medio de la difusión y el enriquecimiento de los valiosos conocimientos que nacen de las comunidades colombianas que han tenido poca oportunidad para ser escuchados mas allá de sus territorios. Intermundos tiene su sede en la Costa Caribe de Colombia.”
A través de este proyecto en el que llevan adelante también una interesante actividad radial comunitaria, es como también, en palabras de Indigo, pudieron tener conocimiento de la labor realizada por Fm La Tribu, y tomarla como ejemplo de forma de resistencia cultural y puesta en práctica de un proyecto comunitario. Conversando un poco más a fin de poder entender más sobre la diversidad de ritmos que íbamos conociendo le preguntamos lo siguiente:
¿Podes mencionarnos un poco de las diferencias que existen entre cosas que asociamos normalmente con la cumbia, lo que por ahí no conocemos tan profundamente la cultura de la musica folclórica colombiana?¿Podes hacer referencia que tipos de músicas derivan de la cumbia y en que se basan esas diferencias a nivel musical?
Indigo:- Para nosotros la formación básica de la cumbia está dada por los tambores, el llamador, que es el que va marcando el ritmo principal que como su nombre lo indica es el tambor macho, que es el que va marcando tum—tum---tum. A este luego le sigue el alegre que es el que va respondiendo a este llamado, que es el tambor femenino. Luego vienen los sonajeros, donde pueden estar las maracas, puede estar un guache. Y ahí luego viene la parte melódica que la puede asumir una gaita, la puede asumir una flauta de millo que para nosotros también se conoce como pico atravesado.
O la pueden asumiir otros instrumentos. Pero para nosotros la formación básica para la cumbia también la podemos asumir como un baile cantado, en donde las palmas juegan muchos y los guapirreos son escenciales. Los guapierreos no son mas que la parte oral que es donde se está animando a la celebración, que es ¡EEE! ¡Upa! !Anda!
Eso es lo que va armando ese sentimiento, ese mood, que te va metiendo ese sabor. Luego empiezan las letras, pero básicamente la cumbia uno la identifica por ese sentido del llamado. Y luego empiezan las melodías. Eso en el trisol.
Después en la región del caribe colombiano empiezan a haber diversas apropiaciones. Cuando se hacen con las gaitas, aquí se lo reconoce como música de gaitas, pero en escencia tiene la carencia de las cumbias. La gaita se encuentra en el departamento de Bolívar, más escencialemente en la tierra de Andrés Landeros y de Los Gaiteros de San Jacinto, que es San Jacinto. Si te vas al municipio de Córdoba, te vas a encontrar con la apropiación de los instrumentos de viento, y es donde nace el porro. El porro tiene esas mismas cadencias. No cambia la cadencia, cambia la estructura melódica.
Si te vas y sigues, en el encuentro entre las culturas aborígenes y las sierras nevadas de Santa Marta, ese diálogo que se entabló con la apropiación del acordeón, que antes los vendían en ferreterías, encuentras que la apropiación del acordeón con esta misma cadencia es lo que da la construcción del vallenato.
Comprendido este relato tan elocuente, mientras nos disponíamos a abandonar la capilla en la que iba a celebrarse el casorio pero realizado con la utilización de vestimentas y música de la cultura afro, pudimos mantener una conversación con Nicolás, quien no paro de concientizarnos sobre el rico legado cultural de Simón Bolívar, y la importancia de resistir cultural y políticamente los embates y ataques que los poderes del norte ejercen sobre la región. En una rica charla que nos enalteció aún más el espiritu cumbiambero y americano, pudimos cerrar una tarde que nos se borrará de nuestras mentes, pues a pesar de los ataques, a pesar de las injurias, a pesar de las persecuciones, y de las agachadas de muchos de los que quieren ver a esta tierra de rodillas y serviles, nuestra cultura sigue viva como señalaba Indigo, y mientras haya vida habrá esperanza. Porque no sólo de música se trata cuando hablamos de cumbia, de cuarteto o mencionamos al tango, también se trata de identidad, y del canto de un pueblo en busca de libertad. Hoy más fuerte que nunca, a sólo un par de días de recordar la última y feroz dictadura que asoló a nuestro país y a nuestra región. ¡Que sea Cummmbiaaaaaaaaa señores!
brutal esta el articulo!!!! que sea cumbiaaaaaaa!!!!
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